Los problemas de excreción de orina del feto son importantes principalmente porque es a través de la excreción de orina donde principalmente se va formando el líquido amniótico, que es el líquido en el cual se mantiene flotando el feto; y este líquido es fundamental para, por ejemplo, el desarrollo del pulmón, ya que si el feto no traga este líquido, el pulmón no se desarrolla, y el feto al nacer tiene un pulmón no formado, es decir, una hipoplasia pulmonar, que es estos pacientes es la principal causa de muerte.
Por eso, si bien también se asocia a problemas renales, la prioridad en estos niños sería el de restituir la cantidad de líquido amniótico para que se produzca el desarrollo del pulmón, y luego en un segundo tiempo, en general ya tras el nacimiento, solucionar el problema de las vías urinarias como tal.
Entonces, por practicidad, estos problemas se dividen en dos grandes grupos: Las uropatías obstructivas, donde el problema es una obstrucción a la salida de líquido, y el ejemplo más frecuente y típico es la válvula de uretra posterior, donde hay una válvula en la uretra que impide que salga el líquido, y en estos casos la solución es la de crear una comunicación entre la vejiga y el líquido amniótico para restituir el líquido. En cambio, por otro lado podemos tener otras enfermedades dentro de las uropatías que sean no obstructivas, como las poliquistosis renales, que son enfermedades donde el riñón se llena de quistes; o también que directamente no se formen los riñones, lo cual se llama agenesia renal; en estos casos el problema no es una obstrucción y por lo tanto no hay forma de solucionarle desobstruyendo nada. Y aquí lo que hay que hacer son infusiones de líquido amniótico desde afuera, lo que se llama amnioinfusión percutánea seriada, hasta que ocurra el nacimiento. Esto no mejora el problema renal, pero permite que el pulmón se desarrolle para que el recién nacido pueda respirar al nacer y luego se intenta solucionar el problema renal
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