Dentro del útero, el feto está nadando en un líquido que se llama líquido amniótico, que está compuesto en gran medida por algo que sería similar a la orina del niño, es decir, líquido que sale de la vejiga a través de la uretra, es decir, de sus vías urinarias. Por eso, una causa posible de que haya poco líquido amniótico, lo cual se llama oligohidramnios, es una obstrucción en ambas vías urinarias. Y la causa más frecuente es lo que se llama válvula de uretra posterior.
Para recordar; esta sería la circulación normal de la orina, desde la vejiga, pasando por la uretra hasta ser excretada al exterior. En esta enfermedad, en cambio, lo que ocurre es que hay una válvula que cierra la uretra posterior. La uretra es la zona final por donde sale la orina al exterior. Entonces, al estar tapada, lo que ocurre es que, por un lado, se excreta menos líquido y por eso hay menos líquido amniótico; y por otro, que las vías urinarias se van dilatando hacia atrás por acumulación de líquido, provocando dilatación de la vejiga y lo que se llama hidroureteronefrosis bilateral, que es la dilatación de los uréteres y los riñones.
La falta de líquido amniótico aumenta la mortalidad fetal, curiosamente, no tanto por el daño que se produce en los riñones, sino principalmente en los pulmones; y resulta que para que los pulmones de desarrollen correctamente, es necesario que el feto aspire el líquido amniótico y éste entre al pulmón. El oligoamnios grave puede causar hipoplasia pulmonar, que causa el fallecimiento después del parto en más del 80% de estos recién nacidos.
El tratamiento de estos pacientes puede realizarse antes o después del nacimiento, según la gravedad del caso. Y la gravedad del caso se mide en cuánto líquido amniótico hay presente; mientras menos líquido haya, más grave es el caso. El tratamiento intraútero más frecuente es una derivación vesicoamniótico, que se basa en crear una comunicación entre la vejiga, que está antes de la obstrucción y en donde hay mucho líquido, y el líquido amniótico, para que así se restaure el volumen del mismo. Estos catéteres, con el crecimiento, suelen moverse, y así muchas veces se requieren más de un cambio de catéter antes de que finalice el embarazo.
La derivación vesicoamniótica aumenta la supervivencia luego del nacimiento, ya que mejora la función pulmonar, pero a costa de aumentar la posibilidad de insuficiencia renal a largo plazo.
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