ASMA Y BRONCOESPASMO. EXPLICACIÓN Y DIFERENCIAS.
Para llegar al pulmón, el aire sigue unos tubos que se llaman bronquios y bronquiolos, según el tamaño que tengan. Estos tubos no tienen un tamaño fijo, sino que se pueden contraer o dilatar para aumentar o disminuir el flujo de aire. En general, hay estímulos que dilatan a los bronquios, como por ejemplo el ejercicio, ya que durante el ejercicio se consume más oxígeno y por ello necesitamos que entre más aire; mientras que hay otros estímulos que contraen los bronquios, como inhalar sustancias tóxicas o infecciones, ya que estas sustancias hacen daño, el mecanismo que tienen nuestro aparato respiratorio para protegerse es intentar limitar este flujo de aire.
En el caso del asma y el broncoespasmo, lo que ocurre es que los pulmones reciben la señal de contraerse, y por eso el aire tiende a entra y a salir menos. Sobre todo a salir menos, ya que en la espiración, como ejercemos presión sobre el pulmón, las vías respiratorias tienden a contraerse aún más. Y al ocurrir esto es que el aire no puede circular y el niño tiene dificultad para respirar y oxigenarse.
La diferencia entre el broncoespasmo y el asma es que el broncoespasmo se considera un evento agudo, no crónico, es decir, que el paciente puede curarse de broncoespasmo; en cambio, se el asma se considera una enfermedad crónica, que se trata crónicamente, es decir, durante mucho mucho tiempo, a veces durante toda la vida.
Si bien 8 de cada 10 niños con asma refiere que tuvo síntomas como episodios de bronquio-obstrucción antes de los 6 años, la gran mayoría de los niños que tienen episodios de sibilancias recidivantes no terminan desarrollando asma. Los episodios agudos son similares; la diferencia está en si se considera o no una enfermedad crónica.
De igual manera, es muy posible que haya una correlación entre ambas enfermedades, como partes de un espectro de un evento similar. Los principales factores de riesgo para que un broncoespasmo pase a asma son padres con asma, tener dermatitis atópica, o estar sensibilizado a algún alérgeno inhalado.
Entonces, podemos diferenciar a ambos cuadros como: Sibilancias recidivantes o broncoespasmo, por un lado, que aparecen al principio de la infancia y se relacionan sobre todo con infecciones virales, que en general se resuelven con la edad; y asma crónica, que se asocia más a alergia y persiste en la adolescencia y adultez.
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