En el recién nacido existen algunas medidas que tomamos para evitar algunas enfermedades que o pueden ser muy frecuentes, o menos frecuentes pero graves.
La primera medida es proteger los ojos de la infección por la bacteria de la gonorrea y de la clamidia, que pueden causar conjuntivitis grave en el recién nacido, hasta el punto de hacerles perder la visión. Esto se hace poniendo en el ojo una pomada oftálmica de un antibiótico, que puede ser eritromicina o tetraciclina, en el saco conjuntival inferior. Antes se usaba nitrato de plata, que todavía puede usarse aunque se evita porque causa conjuntivitis química en hasta el 20% de los niños. Gracias a esta medida, se disminuyó mucho la conjuntivitis en los recién nacidos; y esto es importante porque este es el periodo más peligroso para tener conjuntivitis; en niños mayores y adultos no suele ser muy grave, pero en recién nacidos pueden llevar al niño hasta a la ceguera permanente.
Otra medida que se toma es administrar en una inyección intramuscular 1 miligramo de vitamina K, que sirve para evitar la Enfermedad hemorrágica del recién nacido. También se puede dar por vía oral, pero es menos eficaz. Esto se hace porque los recién nacidos, de forma muy frecuente, pueden tener déficit de vitamina K, la cual es una vitamina fundamental para la correcta coagulación de la sangre, y si ésta falta se pueden generar hemorragias sobre todo internas que pueden ser graves y causar anemias en el recién nacido, entre otras complicaciones.
Otra recomendación es vacunar contra la hepatitis B antes del alta a todos los recién nacidos que pesen más de 2 kilogramos; esto porque adquirir la hepatitis B al inicio de la vida lleva a un riesgo muy alto de que se vuelva hepatitis crónica; y en más de 2 kilogramos porque son los que crean buena inmunidad gracias a la vacunación. Aunque esta vacunación no se hace en todos los lugares, depende del país y de la región.
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