Durante el parto, pueden ocurrir algunos golpes o heridas en la cabeza del recién nacido que llaman la atención y es conveniente reconocerlas para entender qué son y cuál es el pronóstico que tienen. Se diferencian sobre todo en la profundidad a la que ocurren y en la gravedad que suelen presagiar. Si bien la mayoría en todos los casos se resuelven sin problemas, es bueno tener en cuenta para vigilar más o menos en cada caso.
Caput succedaneum: es una tumefacción edematosa en el tejido blando que está por debajo del cuero cabelludo. Al ser superficial, suele estar por encima del hueso y por eso atraviesa suturas y la línea media. Puede tener un color como una equimosis, y Desaparece los primeros días de vida.
Cefalohematoma: es un sangrado a nivel del subperiostio, que es entre el hueso y su capa más externa. Por eso, está delimitado en la superficie de un solo hueso. No altera el color del cuero cabelludo porque es muy interno, y no suele verse hasta varias horas después del nacimiento, ya que la hemorragia subperióstica se produce lentamente. Puede durar mucho tiempo, hasta meses, y es también frecuente que se calcifique, con lo cual queda duro como un hueso, y puede durar años ahí. Hasta 1 de cada 4 casos se asocia a una fractura por debajo, y si al apretar el cefalohematoma tiene una depresión en el centro, esto sugiere una fractura por debajo.
Hemorragia subgaleal: es un sangrado debajo de la aponeurosis que inserta al músculo occipitofrontal, en una profundidad intermedia entre el caput y el cefalohematoma, y es por una comunicación entre las venas (emisarias) que conectan los senos durales con las venas superficiales. Se ve sobre todo en partos con ventosas. Se nota como una masa que fluctúa, no está delimitada por suturas y aumenta de tamaño después del nacimiento. Hay que estar atento a controlar la tensión arterial, la anemia y la bilirrubina. Y algunos pueden desarrollar coagulopatías porque pueden perder mucha sangre. Suele resolverse en 2-3 semanas.
Entonces, para resumir un poco, creo que lo mejor para recordar las características de estas lesiones es recordar la profundidad a la que están; así, de superficial a profundo, están el caput succedaneum a nivel del tejido bajo la piel, luego la hemorragia subgaleal a nivel del músculo, y por último el cefalohematoma a nivel del hueso.
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